
Un breve relato del destino del anarquista lituano Samuel Kaplan, que luchó con la Columna Durruti en España.
Los bombardeos israelíes contra la Franja de Gaza han matado al menos a once palestinos en lo que va de este martes, con ataques mortales en Jan Yunis, Beit Lahia y la ciudad de Gaza. Esto se produce tras los ataques israelíes que mataron el lunes a 54 palestinos y luego de que la Agencia de Naciones Unidas para la Población Refugiada de Palestina (UNRWA) informara que unos 66.000 niños y niñas de Gaza sufren desnutrición grave debido al bloqueo total impuesto por Israel al ingreso de ayuda humanitaria y alimentos al enclave palestino, que ya lleva más de dos meses. Algunos palestinos se han visto obligados a comer carne de tortuga, pasto o alimentos en mal estado o vencidos. Estas fueron las palabras expresadas por una madre palestina desplazada en la ciudad de Gaza.
Montasira al-Kafarneh: “Lo que estoy haciendo ahora es tratar de separar el arroz del bulgur y las piedras. Como pueden ver, nos vemos obligados a comer piedras porque no hay harina, ni comida, ni agua. No nos llega nada, ni siquiera ayuda. Estoy apartando esto para calmar el hambre de mis hijos. Los niños están llorando de hambre todo el tiempo. Esto es alimento para pájaros. No es apto para el consumo humano, pero lo cocinamos para que los niños no lloren”.
Un breve relato del destino del anarquista lituano Samuel Kaplan, que luchó con la Columna Durruti en España.
Ataque al corazón de la memoria histórica El gobierno de Javier Milei dio a finales de 2024 un paso más para revertir los logros en materia de derechos humanos y memoria colectiva en Argentina. Con el anuncio del cierre del Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, la lucha por preservar la historia enfrenta un nuevo y alarmante desafío. LN informa sobre los peligros que amenazan no solo la memoria del pasado, sino también el futuro de los valores democráticos en el país.
El resultado de la IA no será el desempleo masivo, sino peores condiciones laborales, mayor desigualdad económica y una mayor erosión de la autonomía de los trabajadores
Lo más difícil es mostrar la realidad cotidiana en medio de la guerra
Los últimos gobiernos del Partido Conservador defendieron con bombos y platillos la libertad de expresión hasta que la ilegalizaron
Un breve relato del destino del anarquista lituano Samuel Kaplan, que luchó con la Columna Durruti en España.