
Régimen venezolano hace campaña para ocultar abusos contra los derechos humanos
Mundo Escrito por Civic Media ObservatoryEste artículo forma parte de Undertones, boletín del Observatorio de Medios Cívicos de Global Voices. Suscríbete a Undertones.
El 25 de mayo de 2025, se celebraron las elecciones regionales y parlamentarias en Venezuela, como parte de un intento del Gobierno por demostrar que el país sigue teniendo comicios libres y justos, tras lacuestionada reelección del presidente Nicolás Maduro en julio de 2024, a pesar de que existen pruebas creíbles que muestran lo contrario.
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La mayor parte de la oposición venezolana llamó a boicotear las elecciones de 2025, ante el dilema de participar y correr el riesgo de que, aunque ganaran, no se reconozca el resultado, o abstenerse, lo que equivaldría a entregarle todo el poder al gobierno de Maduro.
Antes de las elecciones, el régimen venezolano inició una nueva oleada de desapariciones forzadas y detenciones de disidentes, mientras que el ministro del Interior y Justicia, Diosdado Cabello, festejaba el 23 de mayo de 2025 el arresto del conocido líder opositor Juan Pablo Guanipa, que había estado viviendo en la clandestinidad desde julio de 2024 y era considerado un «terrorista» por el Estado. Ese mismo día, Cabello anunció la detención de 70 políticos, activistas, periodistas y abogados por motivos de «seguridad nacional».
En paralelo a la represión de la disidencia, en un claro esfuerzo por humanizar a los dirigentes del régimen y en el marco de lo que el oficialismo denomina «protección y retorno seguro de los migrantes deportados de Estados Unidos, once días antes de las elecciones, el Poder Ejecutivo venezolano anunció el regreso de Maikelys Antonella Espinoza Bernal, niña de dos años separada de su familia por las autoridades estadounidenses.
Narrativa: el presidente Maduro como salvador de los migrantes venezolanos
Quienes apoyan este marco narrativo (en su mayoría el sector gobernante y sus partidarios, pero también familias desesperadas) presentan a Nicolás Maduro como el único capaz de garantizar la seguridad de los migrantes venezolanos, víctimas de las políticas antimigratorias de países como Estados Unidos.
De acuerdo con este razonamiento, Maduro es descrito como quien posibilita la reunificación de las familias separadas por las medidas contra la inmigración en el extranjero.
El clima hostil contra los inmigrantes en Estados Unidos se ha convertido en una oportunidad política para el aparato de poder madurista. El Gobierno estadounidense ha enviado a más de 200 venezolanos a una megacárcel en El Salvador sin el debido proceso correspondiente. Entre ellos, hay al menos 50 hombres que habían entrado legalmente al país sin haber violado nunca ninguna ley de inmigración, y ha deportado a miles de regreso a Venezuela.
La mano dura de la administración de Trump contra la migración también ha afectado a unos 350 000 venezolanos, bajo el Estatuto de Protección Temporal, que ahora están buscando una alternativa con desesperación, después de que la Corte Suprema de Estados Unidos autorizó la anulación del programa.
El régimen venezolano se apropia de este relato, sin tener en cuenta que, según el alto comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, casi ocho millones de personas han huido del país por la violencia generalizada, la hiperinflación, la guerra entre grupos criminales, el aumento de los índices de delincuencia y la grave escasez de alimentos, medicinas y servicios esenciales.
El colapso de la economía en Venezuela se ha asociado a «décadas de políticas económicas desastrosas y, en el último tiempo, a las sanciones económicas», y también a la crisis de derechos humanos documentada en profundidad por organizaciones como Human Rights Watch y Amnistía Internacional.
Espinoza Bernal, considerada ahora el símbolo de la historia de éxito del liderazgo de Maduro, fue separada de su familia a su llegada a Estados Unidos en 2024. Según las autoridades estadounidenses, permaneció bajo custodia estatal después de que sus padres fueron deportados por presuntos vínculos con la banda criminal Tren de Aragua.
Yorely Bernal, la madre de Espinoza Bernal, fue forzada a regresar a Venezuela el 25 de abril de 2025. El padre de la niña también fue deportado alrededor de esa misma fecha. Es uno de los hombres enviados a la cárcel de El Salvador.
Cómo se difunde esta narrativa en línea
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En este vídeo de TikTok de la cuenta oficial del presidente Nicolás Maduro se muestra a la primera dama, Cilia Flores, y al ministro del Interior y Justicia, Diosdado Cabello, acompañando a Maikelys Espinoza Bernal hasta el palacio presidencial de Miraflores para reencontrarse con su madre.
En el video, el ministro aparece sosteniendo una cajita rosa (es probable que se trate de un juguete de la pequeña) y parece conmovido de forma genuina por el encuentro entre la mamá y la niña, lo que muestra una faceta humana pocas veces vinculada a su imagen.
Cabello es considerado uno de los hombres más poderosos del régimen venezolano y ha sido el rostro de infames campañas de terror contra la disidencia. Un ejemplo es la operación Tun Tun, iniciativa para reprimir toda forma de descontento, luego de las cuestionadas elecciones presidenciales de 2024, en las que Maduro fue reelegido según la autoridad electoral que está bajo su control.
La entrada recibió 366 400 me gusta, 30 600 comentarios, fue guardada 18 300 veces en «favoritos» y reproducida otras 28 900. Fue clasificada -1 en nuestra puntuación de impacto cívico, porque difunde propaganda elaborada por la estructura gubernamental que presenta una caracterización engañosa de sus líderes como defensores de los derechos fundamentales de las personas.
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Lee más información sobre la narrativa del terror del régimen venezolano tras las elecciones presidenciales de 2024
Publicación 2
En esta publicación de X de Vanessa Ortiz, que incluye el video del aterrizaje de un avión de pasajeros, se afirma que la repatriación de inmigrantes a Venezuela demuestra que Nicolás Maduro no es un dictador, pero que el presidente salvadoreño Nayib Bukele sí lo es.
La frase de la autora «El dictador no está en Venezuela, el dictador está en El Salvador» implica que la repatriación de los migrantes desliga al presidente venezolano de la responsabilidad por haber creado las condiciones que obligaron a casi ocho millones de personas a emigrar de Venezuela.
El mensaje hace referencia a la repatriación de 313 venezolanos deportados de Estados Unidos el 3 de abril de 2025. El 21 de abril de 2025, la administración de Maduro acusó al presidente Bukele de tráfico de personas, en respuesta a la oferta de este último de intercambiar el mismo número de presos políticos venezolanos por deportados de Venezuela en El Salvador.
Bukele se ha caracterizado por sus evidentes tendencias autoritarias, con detenciones arbitrarias, privación ilegal de la libertad y de garantías judiciales y represión de las organizaciones de derechos humanos. También se lo ha acusado de dictador en otras ocasiones, título que asumió con ironía y orgullo en 2021, cuando se autodenominó como «el dictador más genial del mundo».
La entrada se citó 49 veces, tuvo 833 comentarios, se difundió mil veces, tuvo 2400 me gusta y se guardó en «favoritos» 33 veces. Se clasificó como -2 en nuestra puntuación de impacto cívico, ya que es un intento apenas disimulado y polarizador de normalizar el autoritarismo prolongado de Maduro frente a la creciente actitud autoritaria del régimen de Bukele.



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Sergi Raventós Doctor en Sociología, fue Director de la Oficina del Plan Piloto para Implementar la Renta Básica Universal del Departamento de la Presidencia de la Generalitat de Catalunya entre septiembre del 2021 a septiembre del 2024

